Benditos pecadores;


Soy una persona T E R R I B L E.
Leí su diario
No soy una persona en la que se pueda confiar
Conté todos sus secretos a todos los chicos de la ciudad
todos ellos ríen, y me chocan la mano
Por suerte, ella no se enojo conmigo.
Ahora, tengo miedo.
Pero no creo pedirle perdón, jamas.

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